Portugal no son solo playas. Ni mucho menos. Por eso hoy os traemos 7 pueblos pintorescos de Portugal que merecen una visita. Y no por sus aguas cristalinas, sino por su historia, sus casitas blancas, su tradición ballenera o sus murallas medievales.
Algunos parecen sacados de un cuento y por eso merecen una visita. Estos pueblos pintorescos de Portugal se han escapado del turismo en abundancia y conservan su alma y sus orígenes virgen. Aquí os presentamos 7. ¿Cuál añadirías a la lista?
Pueblos pintorescos de Portugal
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Carvoeiro (Algrave), un pueblo marinero de Portugal
Se encuentra en pleno Algarve portugués y su encanto marinero es el principal atractivo. Las embarcaciones de madera, los pescadores, las casitas blancas a pie del acantilado… Este pueblo ha sido capaz de sobrevivir a la masiva urbanización y explotación hotelera y mantener su encanto original virgen.
Las casas no superan los tres metros de altura, las paredes son blancas, decoradas en ocasiones con detalles en color teja o en tonos azulados. Los pescadores vagan a sus anchas y las barcas de madera son un habitante más de su playa: La playa de Carvoeiro, una joya de arena suave y dorada bañada por aguas turquesas. No hay más que echar un vistazo a la fotografía…
Piódao (sierra de Açor), el pueblo de pizarra
En el centro del país luso se conserva una de las aldeas de pizarra mejor conservadas. Suelos grises, ventanas de madera pintadas de azul, paredes de pizarra… La aldea parece escalar la ladera de la montaña y se esconde entre altísimos pinos. Tiene el sello de Aldeas históricas de Portugal, una especie de ‘club’ en el que están inscritos los pueblos más pintorescos de Portugal. En la foto podéis ver en primer plano la Iglesia Matriz del siglo XVII.
Lajes do pico, un lugar para ver ballenas en Portugal
Antes vivían de cazar ballenas, ahora de verlas saltar. Y es que, además de ser uno de los pueblos pintorescos de Portugal, por su estética y playas, se suma el encanto de que, desde sus torres de vigía se pueden ver las ballenas danzar por el mar. ¿El mejor momento para visitarlo? A finales de agosto, cuando se realizan las fiestas mayores del municipio conocidas como la Semana de los Balleneros.
Sintra (Lisboa), un imprescindible de Portugal
¡Cómo iba a faltar Sintra en la lista de los pueblos pintorescos de Portgual! Este pueblo portugués lleno de palacios, jardines, museos y murallas cautiva cada año a cientos de visitantes. Sus calles se van enroscando en una subida interminable que culmina en el Castillo de los Moros. Eso sí necesita más de un día para ver todos los imprescindibles. Entre ellos destacan el Palacio Nacional, la locura predaliniana del Palácio da Pena, el de Monserrate, al igual que sus jardines, bosques y el centro de la villa.
Óbidos, una fortaleza medieval
El centro histórico de este pequeño pueblo (donde hay más librerías que iglesias) está rodeado por una muralla almenada clásica de siglos atrás. Sus calles empedradas son auténticos laberintos y las casas siempre lucen su mejor cara con flores en las ventanas y los balcones adornadas con pintura amarilla y azul.
Su punto más alto se encuentra en el castillo de la colina, ahora, una de las posadas más lujosas de Portugal. Si la visitas en julio te encontrarás con una estupenda Feria medieval, donde disfrutar de la artesanía y la gastronomía típica. ¡Ah! y si acudes con el atuendo de época… te librarás de pagar los 7 euros que cuesta la entrada. Y para los más golosos, no os podéis perder el Festival Internacional de Chocolate que tiene lugar en este pueblo con encanto durante 12 días a principios del mes de marzo.
Aveiro, la Venecia de Portugal
La llaman la Venecia de Portugal y no podría tener mejor apodo. El empedrado de sus calles se ha visto sustituido por el agua y las góndolas son un vehículo más en este pueblo luso. Uno de los grandes atractivos son sus contrastes. Por un lado, sus calles parecen antiguas y rurales, sin embargo, la universidad es una de las más modernas y la tecnología y los avances científicos están en plena ebullición en Aveiro. No puedes irte sin navegar por alguno de sus canales y degustar sus dulces típicos llamados Ovos Moles.
Marvao, el nido de las águilas
Esta región portuguesa que se extiende al sur del río Tajo, no queda demasiado lejos de nuestro país (a pocos kilómetros de Cáceres). También se le conoce como el nido de las águilas. No es de extrañar ya que se alza a más de ochocientos metros de altura sobre una de las cumbres de la sierra de São Mamede. Te costará trepar por sus calles empinadas, pero las vistas desde arriba merecerán la pena. Casitas blancas y ladera verde a tus pies. ¿La mejor manera de conocer este pueblo? recorrer las murallas y perderse por las calles salientes.
¿Añadirías algún pueblo más a esta lista de pueblos pintorescos de Portugal? ¿Cuál falta? Si estás preparando una escapada al vecino luso y ya sabes qué pueblos con encanto vas a visitar, no te pierdas estas 7 casas rurales portuguesas con piscinas de ensueño. Así tendrás una estancia a la altura de la belleza de estos rincones.