En estre tramo nos encontramos con un puente de más de un kilómetro y una vía romana auténtica con su empedrado intacto.
Pasamos desde Garen grandes senderos con maravillosas ruinas medievales, todo sobre colinas rocosas que no son muy difíciles de caminar y aportan mucho al trayecto por su gran belleza.
En Mañeru, primer pueblo que encontramos después de Puente de la reina y su monumento al peregrino, está el templo gótico de S. Pedro: Edificio neoclásico de finales del XVIII que sustituye al primitivo de los siglos XVI y XVII en el que había participado el maestro Juanes y su hijo Pedro de Urbieta en las obras de la cabecera, capillas y bóvedas. Parte del edificio del siglo XVI se ha aprovechado en la zona de los pies. Su original disposición se ha atribuido al prestigioso Ventura Rodríguez, aunque en los libros parroquiales se confirma la participación de Santos Angel de Ochandátegui. Su planta de cruz latina y su bóveda de media naranja dejan atónotos a los visitantes, como también lo hacen sus pequeños detalles renacentistas: la figura de S. Pedro en la portada y la estructura interna de la torre.
Un punto de encuentro del camino es en Estella; una ciudad nacida para el camino ya que hace mil años no existía. Surgió por mor del castillo de Lizarra en 1090 como poblado de francos que se apiñaban a lo largo de la actual rúa de Curtidores y que aprovecharon el impulso comercial del Camino. Los atractivos más destacables son el claustro y la iglesia de San Pedro de la Rúa, tres naves góticas y portada con reminiscencias árabes. También está el palacio de los Reyes de Navarra (románico civil), la iglesia de San Miguel, el convento de Santo Domingo y la iglesia de la Virgen del Puy (patrona de las simpáticas fiestas de Estella). Esta ciudad como cabecera de su comarca presenta todos los servicios que el peregrino puede precisar; albergues, comedores y restaurantes, asistencia médica, consejería… además de responsables directos del camino que guiarán artísticamente a todo el que lo solicite.
Muy cerca de Viana está la ermita de la virgen de las cuevas, donde el camino cambia du rumbo hacia la laguna de Cañas y Logroño, La Rioja.
No es una etapa complicada. Cogerás fuerzas para la siguiente y disfrutarás mucho. El único inconveniente actual son las obras de una autopista que hacen alargarse un poco el trayecto.