Mendoza está considerada de forma unánime como una de las provincias más bellas de la Argentina, ubicada sobre el límite con la Cordillera de los Andes y Chile, sobre el lado oeste del territorio nacional, en medio de una serie de formaciones geográficas que le han permitido tener algunos de los mejores vinos que se producen en todo el mundo, al punto de que de hecho son exportados internacionalmente.
Por este motivo, como el turismo siempre está cercano a los elementos culturales que hacen a cada región del planeta, es que muchos de los viñedos locales se han unido para permitir que turistas llegados desde cualquiera parte del planeta tengan la posibilidad de recorrerlos, uniendo los trayectos entre todos ellos de una forma poco convencional, en bicicleta.
De hecho, si has viajado recientemente a Argentina sabrás que existe un tour en bicicleta por algunas de las bodegas más renombradas en las afueras de la capital vitivinícola de Sudamérica, con la particularidad de que la variedad de sitios que podemos llegar a visitar es realmente increíble, y pasamos de algunas que prácticamente trabajan para sólo subsistir, a otras que facturan millones de dólares cada año.
En este sentido, se debe señalar que si bien Mendoza cuenta con más de 1.000 bodegas en todo su territorio, sólo podemos encontrarnos en este tour con unas entre 50 y 100 de ellas, ya que las demás no permanecen abiertas al público. En cualquier caso, nosotros recomendamos especialmente ir en los meses de febrero y marzo, cuando se realiza la Fiesta de la Vendimia, una de las más grandes tradiciones nacionales.
Además, esta provincia cuyana que explotó como destino enoturístico gracias a las llamadas rutas del vino, que en buena parte han propiciado el nacimiento de esta que se lleva a cabo en bicicleta, ofrece también a los turistas una enorme cantidad de degustaciones, si dejar de lado el alojamiento en pequeños hoteles boutique, o el acceder a spa con vinoterapia, realmente muy relajante.