Muy cerquita de París (poco más de 1 hora), Francia, se extiende el valle del río Loira, que se extiende unos 300 km. a ambas riberas del río. Esta comarca maravillosa, es un autentico vergel, de hecho se le conoce como “el jardín de Francia”. Fue utilizado por el abolengo nobiliario francés como lugar de descanso y retiro durante siglos. El resultado es un hermosísimo paisaje salpicado con 19 impresionantes castillos de cuento, obras maestras arquitectónicas del Renacimiento.
Clasificados como Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO,entre Sully y Chalonnes, los Castillos del Loira son un escaparate de la evolución de la arquitectura francesa, desde la epoca medieval hasta el estilo neoclásico. Su estado de conservación es estupendo, y su gran belleza, nos habla de unos esplendores inimaginables en nuestro siglo.
Cualquiera de ellos por separado ya merece la visita, pero los más famosos so Azay-le-Rideau, construido en parte sobre el agua, Chambord edificado para Francisco I y Chenonceau, llamado el Castillo de las Damas, lugar de recreo de varias reinas.
La posibilidad turística de las rutas es variada. Puede hacerse un recorrido de 1 hora en globo aerostático sobrevolando los castillos. También hay una ruta cultural temática, la Ruta Histórica Jacques Cœur, creada hace 50 años, de 100 km. que nos muestra castillos menos conocidos. También se puede hacer el recorrido desde el río que es navegable. Hay una agencia especializada que una vez al año fleta un barco para realizar un crucero de dos días.
Aunque la forma más natural y tradicional de visitarlos es en bicicleta campestre, lleva años estando de moda. De hecho hay habilitada una ruta de carriles verdes para bicis, además de las carreteras locales.
Y para los niños, está la Ruta del Niño Rey, que reúne zoológicos, acuario, y una visita a los castillos de la región en miniatura.
Marga G.-Chas ocaña