Ourense es una provincia ideal para coger el coche y patearte sus pueblos.
Además, tiene una oferta muy amplia en albergues y balnearios ya que es una de las primeras provincias en turismo termal.
Un atractivo importante de estos pueblos es la arquitectura religiosa románica como es el maravilloso ejemplo de Santa Eulalia de Beiro.
La decoración monumental del edificio demuestra una dependencia clara de la sede compostelana en los motivos vegetales, algo que se puede apreciar claramente en los capiteles de las puertas y en los del exterior del ábisde, pero, sobre todo, en las arquivoltas de la puerta occidental, donde los motivos de hojas son de una exhuberancia y jugosidad que nos llevan directamente a la obra de Mateo en el Pórtico de la Gloria y a fórmulas decorativas borgoñonas.
Beiro es un encanto de pueblo por su arquitectira, sus habitantes y su entorno. Al lado, la Cabeanca, es una aldea que merece la pena visitar por su encanto rural. Se trata de una pequeña población, con dos bares, una fuente y un parque con dos columpios. La gente es muy amable y en verano siempre hay niños corriendo y jugando. Está en un enclave perfecto, entre pastos y bosque, y la gente, sigue cultivando de manera tradicional. La plaza principal está presidida por una palmera central y rodeándola, las casas de los vecinos, que se reúnen cuando se marcha un poco el sol para charlar y pasar el rato.
Los jóvenes se mueven entre «la escuela» centro social juvenil, y las piscinas, propias o de los vecinos. Ya que en las fincas, la piscina es el mejor entretenimiento para pasar el verano en familia.
Mucha gente que se pasa el año en la ciudad se va a veranear a la aldea, o al pueblo, y eso es porque el turismo rural está cobrando la importancia que se merece.