Una cadena de islas, denominadas Illas (islas) Atlánticas, emergen en el océano desde la Ría de Arousa a la de Vigo. Desde el año 2002 conforman el primer Parque Nacional marítimo-terrestre de Galicia. Sin un auténtico paraíso formado por un conjunto de islas-archipiélagos que poseen una gran riqueza cultural y natural además de una gran belleza.
Quizá alguno recuerde aquella explosión punki de los 80 que en boca de Siniestro Total cantaba aquella de “matar jipis en las Cíes”. Durante años fue destino de acampada libre con una gran tradición de fabricación de pócimas vegetales, de ahí lo de los hippies. Pero las Islas Cíes son mucho más: mencionadas en las crónicas romanas, Ptolomeo las llamó “Islas de los Dioses”. En ellas fenicios y cartagineses se proveían de estaño, por lo que su historia y restos arqueológicos son de gran interés. Mayor es aún su riqueza botánica que la convirtió en destino de investigadores, médicos y curanderos a los largo de los siglos.
Son dos islas unidas, en ellas hay tres hermosísimas playas, la más conocidala Playade Rodas,la Calade Nuestra Señora y la pequeña Playa de Figueras, conocida como “la de los alemanes” por la práctica habitual del nudismo de turistas de esa nacionalidad.
Pero lo más espectacular es su belleza. Desde que su Playa de Rodas fue declarada por The Guardian la playa más hermosa del mundo, miles de turistas han hecho de las Cíes una parada obligada en su paso por Galicia. Aunque la visita y permanencia está restringida. Sólo se puede acceder por mar y se permite el acceso al público la temporada de verano y en Semana Santa (si el tiempo lo permite), no hay hoteles, sólo existe un camping con plazas limitadas que hay que reservar con mucha antelación.
Si queréis visitar o solicitar plaza de acampada, es conveniente ponerse en contacto con el Centro de Interpretación en Illa do Faro, donde el turista puede obtener información sobre posibilidades y condiciones.
Marga G.-Chas Ocaña
